Toda persona que habita la ciudad tiene derecho a vivir en un medio ambiente sano

12 Diciembre 2022 Calidad del aire 2502
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  • Proteger y conservar sano al ambiente es responsabilidad de todas y todos porque somos y hacemos parte del entorno natural en que vivimos, en ese sentido, debemos realizar acciones en su beneficio para garantizar este derecho humano en generaciones presentes y futuras.

  • El deterioro ambiental compromete otros derechos humanos como el derecho al agua, a la alimentación y a la salud, es decir, si procuramos mantener un ambiente sano, también aseguramos en su conjunto el derecho a la vida.

 

Desde muy temprana edad nos dicen en la escuela, en casa y en la calle que todas las personas tenemos derechos, ¿los conoces? Seguro has escuchado del derecho a educación de calidad, a la salud, a una vivienda digna, a la alimentación, al trabajo, a la libertad de expresión, a la igualdad e incluso el derecho a la justicia, pero, ¿sabías que vivir en un medio ambiente sano también es un derecho humano?

Todos estos derechos los poseemos desde el día que nacemos hasta el día que termina nuestra existencia, sin importar el sexo, la pigmentación de la piel, el idioma que hablamos, nuestra orientación sexual, opinión política o religiosa, donde nacimos o vivimos, posición económica o cualquier otra condición. 

Son vitales para el desarrollo integral de cada individuo e incluso tienen su propio día, el Día de los Derechos Humanos, que se celebra cada 10 de diciembre porque en un día como este, pero de 1948, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Quizás te estés preguntando, ¿qué importancia tiene dicha declaración? Pues es un documento histórico firmado por casi todos los países del mundo,  que reconoce los derechos que le corresponden a cada persona, es decir, los derechos que hoy en día disfrutamos no estaban respaldados hasta hace menos de un siglo, ¿Puedes creerlo? 

Aunque el derecho universal a un medio ambiente sano, se declaró tiempo después de la emisión de dicho documento, y que en México, particularmente, desde 1999 apenas se reconoció en el artículo 4° de nuestra Constitución Política, es un derecho plenamente establecido. En él, se señala que: “Toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar”. Además, establece que es el Estado quien debe garantizar que se respete y se cumplan todas las normas establecidas para su protección, así como  responsabilizar a quien provoque cualquier daño ambiental que impida su ejercicio. 

Aquí cabe preguntarnos, ¿el entorno que habitamos está sano? Lamentablemente, no del todo. Y tal vez no pueda expresar síntomas como cuando nosotros enfermamos, pero presenta signos generales de deterioro como el calentamiento global, la contaminación del aire, suelo y agua, la pérdida de biodiversidad y fragilidad de los hábitats, etc. 

Pero, ¿esto qué quiere decir? que si caemos en cuenta de que somos parte del medio ambiente y que de su bienestar depende nuestra calidad de vida, podemos entender que la salud ambiental también influye en la garantía de otros derechos humanos como gozar de agua de calidad, una buena alimentación y salud. Por ejemplo, la contaminación de la atmósfera causa cerca de 7 millones de muertes prematuras al año por enfermedades respiratorias en el mundo, ¡Te imaginas! 

Los derechos son indivisibles, así como nuestro papel en el proceso natural lo es. Incluso, los derechos relacionados con la economía están vinculados necesariamente. Tan solo pensemos, ¿podrías nombrar algún trabajo en el que no se utilice directa o indirectamente de los recursos naturales que nos brinda la naturaleza? Difícil, ¿verdad? 

En la Ciudad de México tenemos diferentes leyes, reglamentos y normas para la protección de los recursos naturales, las cuales, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMA) tiene la responsabilidad de aplicar, como la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal, ¿Podrías mencionar alguna otra? 

Además, la SEDEMA realiza acciones para garantizar a los habitantes de la ciudad este importante derecho humano como vigilar, proteger y conservar las Áreas Naturales Protegidas y la biodiversidad que ahí habita; también impulsa la creación y recuperación de áreas verdes con especies nativas; promueve la creación de jardines que atraigan a los polinizadores; realiza eventos de educación y comunicación ambiental que promueven el reciclaje, entre otras acciones a favor de proteger y mejorar la salud de nuestro ambiente. Todas estas acciones nos permiten orientarnos hacia  una ciudad sustentable, innovadora y de derechos. Conoce más y súmate a los eventos que organiza la SEDEMA, para que todas y todos podamos gozar de un medio ambiente sano.

¿Ya lo ves? procurar y cuidar la salud ambiental es una responsabilidad colectiva, pues nuestras acciones modifican el entorno que todas y todos habitamos. Por eso, conmemoremos el Día de los Derechos Humanos siguiendo estas recomendaciones que puedes implementar en tu día a día para contribuir a garantizar uno de los derechos humanos más importantes para las generaciones presentes y futuras, el derecho al medio ambiente sano:

 

  • Denuncia ante la SEDEMA y Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial delitos que dañen o deterioren nuestro ecosistema chilango.

  • Infórmate y conoce las leyes, reglamentos y normas en materia ambiental que tenemos en la ciudad. Para saber más consulta aquí

  • Separa tus residuos y participa en programas que promuevan el reciclaje como Mercado del Trueque y Reciclatrón para que los desechos sean valorizados y aprovechados. 

  • Instala tu propio jardín para polinizadores para atraer a este grupo de animales y favorecer la reaparición de la biodiversidad en la ciudad. También puedes crear un huerto urbano para cultivar tus propios alimentos. 

  • Usa ecotecnologías en el hogar, como calentadores solares, composteros y captadores de lluvia para ahorrar energía, agua y darles una correcta disposición a tus desechos

  • Utiliza más los pies y menos el auto para disminuir la contaminación del aire. También puedes moverte por la ciudad en medios de transporte sustentables como Trolebús, Ecobici y Cablebús. Aquí encuentras las alternativas que puedes tomar

  • Sé un visitante verde de las Áreas Naturales Protegidas de la Ciudad de México para conocer, disfrutar y proteger los servicios ambientales que nos ofrecen y la biodiversidad que albergan 

  • Comparte lo que has aprendido con un familiar, amigo o conocido para difundir este mensaje verde

    1 ONU. La contaminación mata nueve millones de personas al año, el doble que el COVID-19. Fecha de consulta 15 de Septiembre, 2022. Recuperado de: https://news.un.org/es/story/2022/02/1504162

     

Suelos y plaguicidas, una relación tóxica

06 Diciembre 2022 Calidad del aire 409
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En diciembre conmemoramos dos celebraciones que nos invitan a concientizar sobre la importancia de mantener la calidad de los suelos para la seguridad alimentaria, el buen estado de los ecosistemas y el bienestar de la humanidad: el 3 celebramos el Día Mundial de No Uso de Plaguicidas y el 5 celebramos el Día Mundial del Suelo. Por eso, en el presente texto encontrarás información relevante para reflexionar sobre esos temas. 

¿Sabes qué hay debajo de tus pies? El suelo es mucho más importante de lo que te imaginas: en él viven muchos organismos; sobre él se construyen hogares y ciudades enteras; también ayuda a regular el ciclo del agua. Podemos decir que el suelo es el sostén de la vida porque provee de nutrientes tanto a animales como a plantas y humanos, pues en él se cultivan y cosechan nuestros alimentos. ¿Lo ves? El suelo es un sistema vivo, y como tal, también puede enfermar y entre los grandes enemigos de su salud están los plaguicidas.

La creciente demanda de alimentos en el mundo ha promovido el uso de plaguicidas, productos químicos, muchos de ellos tóxicos, utilizados para eliminar plagas o controlarlas. De este modo, el uso de estas sustancias incrementa la productividad de los cultivos, pero también contamina al suelo, al ambiente y afectan la salud humana. Aunque los plaguicidas más modernos poseen menos sustancias nocivas para la naturaleza, se siguen utilizando los más antiguos, y más dañinos, por ser menos costosos.

Sin importar el tipo de plaguicida que se aplique en los cultivos, generalmente se usan de manera indiscriminada y descontrolada, de tal forma que se acumulan en el suelo, volviéndolo tóxico, infértil y matando a los organismos que lo habitan y le dan vida. Las consecuencias de su uso no se quedan en el suelo, el daño se extiende hasta el agua e incluso el aire.

Cuando la concentración de estos químicos es elevada, el suelo no logra retenerla y la infiltra junto al agua hasta los mantos acuíferos, de donde, al menos en la Ciudad de México, obtenemos el 70% del agua que consumimos diariamente. En las mismas condiciones, el exceso de plaguicidas puede escurrir hasta los ríos y arroyos, y dispersarse por acción del aire, lo que facilita que las personas, animales y plantas silvestres entremos en contacto con las sustancias tóxicas de los plaguicidas, aumentando el riesgo de sufrir efectos adversos a nuestra salud. 

Entre los animales más afectados por los plaguicidas están las poblaciones de insectos terrestres, como los polinizadores, ¿has oído hablar de ellos? Estos animales son  importantísimos para la reproducción vegetal y la producción de alimentos; y aunque no todos ellos son insectos, podemos reconocer ejemplares como las abejas, mariposas y escarabajos, que juegan este papel, pero que enferman o incluso mueren, al ser expuestos a los plaguicidas. Dicho de otro modo, el uso de plaguicidas conlleva a la pérdida de biodiversidad y alteraciones en la dinámica de los ecosistemas.

Desafortunadamente, el ambiente es rociado cada año a nivel global con 4.6 millones de toneladas de plaguicidas químicos de forma ineficiente. Esto facilita la exposición de seres vivos con estas sustancias de manera constante y prolongada, provocando cerca de 385 millones de casos de envenenamiento involuntario, no mortal y aproximadamente 11,000 muertes en todo el mundo por causa de los plaguicidas.

Los países en desarrollo, incluido México, representan el 25% del uso mundial de plaguicidas en la agricultura y suman el 99% de las muertes derivadas de su uso3. También hay asociaciones significativas entre la exposición humana a plaguicidas y enfermedades como cánceres, afecciones neurológicas, inmunitarias y reproductivas2.

Para nuestra fortuna, podemos combatir esta problemática desde diferentes trincheras. A nivel de producción resulta útil transformar las prácticas agrícolas desde la política pública, en coordinación con los productores, para transitar hacia la agricultura sostenible y reducir el uso de plaguicidas2. Una forma de lograrlo es dar un manejo integrado de plagas al combinar variedades agrícolas resistentes a plagas con la rotación de cultivos y la introducción de depredadores naturales de las plagas más comunes.

Como usuarios, podemos apoyar a través del consumo responsable, el cual consiste en llevar a cabo acciones como: reducir el desperdicio de alimentos, conocer su procedencia, preferir productos sin empaquetados, evitar la compra de los que se generan en masa, apoyar a los productores locales y comprar los alimentos que ofrecen, pues aunque su producción es menor, también es más segura y libre de plaguicidas.

 

Si bien es notorio que el uso de plaguicidas ha facilitado nuestro acceso a alimentos, debemos estar conscientes de que su uso nos daña a todos los seres vivos. Estar informados y tomar acción es nuestra responsabilidad para cuidar de la salud de todas las formas de vida que habitamos este bello planeta.

 

1  FAO. (fecha de consulta: 8 de septiembre, 2022). Día Mundial del suelo, 5 de diciembre

2 ONU-Medio Ambiente. (2022). Efectos de plaguicidas y fertilizantes sobre el medio ambiente y la salud y formas de reducirlos. Por un mundo con productos químicos seguros.

3 FAO. (20 de junio, 2018). Los contaminantes agrícolas: una grave amenaza para el agua del planeta.

 

¡Cuidado! Que no te consuma el consumismo

21 Noviembre 2022 Contaminación 434
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  • Cada habitante del planeta, como tú y yo, usamos en promedio más de 13 toneladas de materiales en un año1, a través de todos los productos que compramos y que nos prometen un sinfín de beneficios y aseguran que nos van a facilitar la vida de cualquier forma.

  • Desde el 2020, en la Ciudad de México se ha modificado la legislación en torno a uno de los materiales que más estragos ha causado a nivel mundial en el medio ambiente, por el exceso en su consumo y desecho y por su capacidad de contaminar: los plásticos desechables.

 

En la tele, en la radio, en la calle, en redes sociales e internet, por todos lados estamos siendo bombardeados una y otra vez por anuncios que nos seducen a comprar productos que prometen un sinfín de beneficios y aseguran que nos van a facilitar la vida de cualquier forma. Parece inevitable dejar de comprar todo aquello que nos ofrece comodidades y satisfacción, pero, ¿qué de todo lo que consumimos realmente necesitamos? ¿Qué tan sostenible es nuestra forma de consumir y de satisfacer nuestras necesidades?

Para la producción de todo  lo que usamos a diario: celulares, transporte, energía eléctrica, ropa, comida … ¡todo!, se requiere la extracción de los mal llamados “recursos naturales”. La población mundial actual consume 100 mil millones de toneladas de estos materiales en un año. Principalmente se extraen combustibles fósiles, metales, materiales de la construcción y árboles; todos ellos usados para la construcción de casas, edificios o ciudades como la nuestra. Además se utiliza una gran cantidad de agua y energía tanto en la extracción de materiales, como en la fabricación de todo tipo de bienes y servicios.

El resultado de nuestro consumo excesivo ya es visible, eventos meteorológicos extremos, hambrunas, extinción de especies y la amenaza de que desaparezcan ecosistemas como arrecifes de coral, selvas tropicales o ríos. La humanidad consume estos materiales más velozmente que lo que tarda la naturaleza en producirlos; se talan bosques más rápidamente de lo que vuelven a crecer, pesca en los océanos tan aceleradamente que a la vida marina le cuesta regenerarse, además de que emite más dióxido de carbono de lo que la biósfera puede absorber

La organización Circle Economy, ha estimado que cada habitante del planeta, como tú y yo, usamos en promedio más de 13 toneladas de materiales en un año1, a través de los bienes y servicios que adquirimos. Aunque el consumo siempre es mayor para los habitantes de países desarrollados, en contraste con los países en desarrollo, como México, entre todos estamos usando al año los recursos que a la Tierra le toma 1,5 años en producir.

De todos los materiales extraídos, sólo un tercio de ellos continúan en uso después de un año, sobre todo en construcciones y vehículos; otra tercera parte se convierte en contaminación, pues son tirados en el ambiente, como el plástico en vías fluviales y océanos o son emitidos en forma de gases de efecto invernadero1.

 

Al consumir lo innecesario estamos aportando a esta sobre explotación de materiales, consumir por consumir, por vivir cómodamente sin mirar de dónde viene todo aquello que usamos y desechamos. Para reducir el impacto deberíamos bajar drásticamente el uso de combustibles fósiles y sustituirlos por energías renovables, así como disminuir el consumo de agua.

 

Desde el 2020, en la Ciudad de México se ha modificado la legislación en torno a uno de los materiales que más estragos ha causado a nivel mundial en el medio ambiente, por el exceso en su consumo y desecho y por su capacidad de contaminar: los plásticos desechables. Por ello, en enero del 2020 se prohibió el uso de bolsas plásticas y en el 2021 se unieron a la prohibición vasos y sus tapas, platos, charolas, cubiertos, globos y sus varillas, aplicadores de tampones, bastoncillos para hisopos, mezcladores, popotes y cápsulas de café, todos ellos fabricados total o parcialmente de plástico, exceptuando los compostables y los que por su aplicación médica o de seguridad sean necesarios. 

 

Ahora, cada vez que salgas de compras pregúntate “¿realmente lo necesito?”. Da preferencia a los artículos cuya vida útil es más larga para que puedas sacarle provecho a tu inversión. Genera el cambio, deja de consumir lo que no necesitas, ¡piénsalo!, si lo hacemos todos, el deterioro ambiental y sus efectos disminuirían en gran medida. ¡Sé el cambio! No dejes que el consumismo te consuma.

 

 

1 World’s consumption of materials hits record 100bn tonnes a year. The Guardian Journal.

https://www.theguardian.com/environment/2020/jan/22/worlds-consumption-of-materials-hits-record-100bn-tonnes-a-year?CMP=Share_AndroidApp_WhatsApp

2 La humanidad agota hoy los recursos que la Tierra produce en todo un año

https://www.lavanguardia.com/natural/20170802/43270260867/humanidad-agota-recursos-un-ano-tierra.html

3 Tierra dura 18 meses en regenerar recursos que mundo gasta en un año. El Tiempo. https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-11806021

 

Honrar la muerte cuidando la vida

01 Noviembre 2022 Consumo responsable

Las festividades de Día de Muertos y Día de Todos los Santos son las segundas en generar mayor cantidad de residuos, superadas sólo por las fiestas decembrinas.

Los desechos se generan a partir de la decoración de tumbas y los envases de plástico utilizados para la comida y bebida.

Para celebrar de manera sustentable, puedes comprar cempasúchil en maceta, crear tus propias decoraciones con materiales reciclados y consumir la comida responsablemente. 

 

El 2 de noviembre se abre un portal entre el mundo de los vivos y los muertos, y en México lo conmemoramos como el Día de Muertos. La celebración, cuyo origen se remonta a los tiempos previos a la conquista, pervive en el sincretismo característico de los mexicanos. Es por ello una buena ocasión para reflexionar sobre la vida y la muerte, de todos los seres vivos o el entorno del que somos parte, la naturaleza.

Este año, ¿cómo respetaremos la muerte? ¿Cómo podemos mostrarle afecto a los muertos? Las respuestas a estas preguntas serán variadas, pero, si quieren ser completas, requieren algo en común: cuidar la vida. 

Las festividades de Día de Muertos y Día de Todos los Santos son las segundas en generar mayor cantidad de residuos, superadas sólo por las fiestas decembrinas. Los desechos se generan a partir de la decoración de tumbas y los envases de plástico utilizados para la comida y bebida. Para preservar y repartir la vida, es necesario que adoptemos costumbres más sustentables, que generen menos basura y menos contaminación y que ayuden a cuidar o reaprovechar lo que ya tenemos. Por esto, para celebrar un Día de Muertos consciente y respetuoso con la muerte, aquí hay algunos tips:

Es recomendable, por ejemplo, comprar cempasúchil en maceta para cuidarla todo el año y no sólo en octubre. El cempasúchil es la flor característica de esta tradicional celebración. Se dice que, por su color, los mexicas consideraban que guiaba el camino de los difuntos hacia el más allá; actualmente, se utiliza como decoración en los altares de muertos. Con una mentalidad sustentable que nos guía a no consumir y desechar los seres vivos y recursos que tenemos a mano, la forma en la que tratamos a esta flor sería un poco diferente, cuando se retiren las decoraciones, no hay que tratar a los pétalos rotos como basura. 

El año pasado, el Gobierno de la Ciudad, a través de la Secretaría de Cultura, instaló un centro de acopio de flor de cempasúchil en la Fábrica de Artes y Oficios del Faro de Tláhuac para usarlas en la producción de colorantes y plaguicidas naturales, así como para sanear suelos y en la elaboración de remedios de medicina herbolaria. Te invitamos a mantenerte atenta y atento a los centros de acopio que puedan abrirse este año.

Otro uso que se le puede dar es para hacer composta, para colorear los alimentos de las aves y hacerlos más atractivos , por último, para elaborar cervezas artesanales, tés o pulque. Además, el cempasúchil tiene beneficios medicinales y puede mejorar la digestión o la tos. 

Con respecto a los disfraces y las pinturas que se pueden utilizar para representar catrinas, es importante que revisemos los componentes de los mismos. Según datos de la organización Greenpeace, cerca de 7 millones de disfraces son desechados al año, y el 69% de sus componentes son derivados del plástico. El maquillaje y la diamantina pueden contener microplásticos que no sólo contaminan, sino que también dañan nuestra salud, para evitarlo, simplemente revisa qué clase de productos consumes y de qué están hechos. 

Una actividad maravillosa que se puede hacer en grupo y aumentar el espíritu festivo es realizar las decoraciones de altares, tumbas y espacios de celebración con materiales de reúso. Botes de comida, papel usado y envolturas pueden cobrar una nueva vida con ayuda de pinceles, pintura y pegamento. ¡Da rienda suelta a tu creatividad y personaliza tus propios adornos!

Por último, es importante cuidar la comida, tanto aquella que ofrecemos a los difuntos como a los vivos, pues se estima que en nuestra ciudad se desperdician diariamente 13 mil toneladas de alimentos y esta cifra puede aumentar en temporada de ofrendas, situación que queremos evitar. Procura que los empaques que uses o compres sean sustentables, no plásticos de un solo uso, sino cartón o papeles que puedes reciclar y reutilizar. No generes mayores residuos con utensilios desechables, ya que estos contaminan el planeta y descuidan la vida que tanto estamos celebrando. Sustituye el unicel por envases de barro, que son mucho más bonitos y tradicionales. Si dejas comida en un altar de muertos, puedes consumirla después de la celebración. El pan, por ejemplo, se puede moler y añadir al ponche de fruta para darle una consistencia más espesa.  

Estas son sólo algunas ideas de cómo puedes celebrar el Día de Muertos de manera sustentable. Sin embargo, lo más importante es que adoptes el propósito de cuidar la vida para respetar la muerte, ya que eso impactará en todas tus decisiones y en la forma en que conmemoras a los difuntos. 

 

 

Cambio de hábitos Vs. cambio climático

24 Octubre 2022 Calidad del aire 699
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En las noticias, periódicos y en las redes sociales se habla cada vez más de los efectos del cambio climático: los cambios de temperaturas y patrones climáticos, la pérdida de ecosistemas o la extinción de especies. Pero, ¿sabes qué lo genera? 

Su origen fundamentalmente es el desequilibrio de gases de efecto invernadero (GEI) presentes en nuestra atmósfera, que ha sido potenciados con las actividades humanas como la quema de combustibles fósiles la generación de energía, los vertederos de basura, la minería, la tala y desmonte de tierras y bosques, el comercio, la industria, el transporte, la agricultura y prácticamente todas nuestras actividades del día a día implican la emisión de GEI.

Pero tengamos cuidado, los GEI no son del todo los villanos del cuento, pues gracias a ellos existen las condiciones propicias para la vida en el planeta, pues los GEI de la atmósfera retienen calor y se mantiene una temperatura global ambiental promedio de 15°C, la cual es apropiada para todas las formas de vida. Sin embargo, cuando el balance de GEI se rompe, aumenta su concentración y la atmósfera de nuestro planeta absorbe más calor, lo que provoca un aumento en su temperatura promedio, dicho efecto se conoce como calentamiento global. Este fenómeno provoca alteraciones en el clima por periodos largos de tiempo, dando lugar al cambio climático.

 

De los GEI que se encuentran en la atmósfera, los principales responsables del efecto invernadero natural son:

 

  • El vapor de agua (H2O) producido por la evaporación del agua.

  • El bióxido de carbono (CO2) generado a partir de la respiración de los seres vivos, la descomposición de la materia orgánica muerta y los incendios naturales.

  • El metano (CH4) emitido por los humedales y los rumiantes (ganado vacuno) durante su proceso digestivo.

  • El óxido nitroso (N2O) producido por la descomposición bacteriana de la materia orgánica.

  • El ozono (O3), que a nivel troposférico es problemático, resulta de la reacción química entre los componentes del gas LP y la radiación solar, es decir, lo propician las fugas de gas LP. 

Las actividades humanas han intervenido en las dos causas principales del cambio climático, ya que han aumentado la generación de GEI y han reducido sumideros de carbono o ecosistemas que naturalmente absorben GEI, principalmente, a través de la fotosíntesis en las plantas como los bosques, por ejemplo.

En la Ciudad de México los efectos del cambio climático se ven reflejados en los cambios de la humedad y la temperatura. Las lluvias se han intensificado con el paso del tiempo, causando granizadas, inundaciones, deslaves, rachas de vientos que derriban árboles o arrancan los techos de las casas, pero también se viven periodos prolongados de sequías. Ésto desequilibra y desordena los ciclos naturales, altera los servicios ecosistémicos, pone en riesgo la supervivencia de la biodiversidad, la calidad de vida de las personas y ocasiona problemas de salud pública. 

El aumento de la temperatura causa deshidratación, golpes de calor, enfermedades intestinales y respiratorias, sobre todo en la población vulnerable como niñas, niños y personas de edad avanzada; además, ocasiona reacciones alérgicas y de asma porque en estas condiciones se facilita la dispersión de polen en el aire.

La aparición y propagación de enfermedades causadas por algunos microorganismos también está relacionada con el cambio climático. El aumento de temperatura y la acumulación de agua en depósitos naturales o artificiales dan lugar a criaderos de insectos portadores (también conocidos como vectores) de algunas enfermedades infecciosas como dengue, paludismo y fiebre chikungunya.

Para disminuir los efectos del cambio climático es necesario informarse constantemente y seguir las recomendaciones de las autoridades para salvaguardar nuestra integridad, así lograremos construir una ciudad capaz de resistir y recuperarse rápidamente ante los riesgos que este fenómeno ocasiona y podremos estar preparados ante amenazas futuras.

En la Ciudad de México, la Estrategia Local de Acción Climática 2021-2050 y su Programa de Acción Climática 2021-2030 integran una política climática que busca alcanzar cero emisiones GEI en 2050, así como fortalecer la capacidad de adaptación y resiliencia de los ecosistemas, la infraestructura, los sistemas productivos, las personas y sus medios de vida frente a los impactos negativos del cambio climático. ¿Cómo se pretende lograr lo anterior? Al contemplar ocho ejes estratégicos: 1) Movilidad integrada y sustentable, 2) Ciudad solar, 3) Basura cero, 4) Manejo sustentable del agua y rescate de ríos y cuerpos de agua, 5) Revegetación del campo y la ciudad, 6) Capacidad adaptativa y resiliencia urbana, 7) Calidad del aire, y 8) Cultura climática.

Al sumarnos a las acciones derivadas de esta estrategia y  buscar nuevos hábitos individuales y colectivos para reducir las cantidades de GEI que emitimos, uniremos fuerzas para combatir y revertir al cambio climático. 

A partir de hoy:  

  • evita desperdiciar el agua, comienza a aprovechar la lluvia;

  • usa más los pies y menos el coche; sustituye el auto por la bicicleta o el transporte público; 

  • disminuye los residuos que generas, sepáralos para que sean aprovechados, para reducir la cantidad de basura y la contaminación que provoca; 

  • haz compras conscientes; detrás de cada producto hay naturaleza afectada; 

  • repara tu ropa o electrónicos antes de desecharlos, alarga su vida útil al máximo;

  • usa productos reutilizables y sin tantos empaques; 

  • evita y repara fugas de gas; 

  • reforesta y/o cuida las áreas verdes que visites; 

  • consume productos locales y evita el desperdicio de alimentos

  • instala huertos o jardines para polinizadores en tu casa; 

  • usa insecticidas naturales; 

 

Así, cada día realiza más acciones responsables y consistentes que limiten el cambio climático.

 

 

1.ONU Medio Ambiente, ¿Qué es el cambio climático? https://www.un.org/es/climatechange/what-is-climate-change# 

2. NECC. Gases y compuestos de efecto invernadero. https://www.gob.mx/inecc/acciones-y-programas/gases-y-compuestos-de-efecto-invernadero

3.WWF. Antropoceno. https://www.wwf.org.mx/quienes_somos/planeta_vivo/antropoceno/

4. SEDEMA. Estrategia Local de Acción Climática 2021-2050.

 

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