Espacios libres de plásticos desechables

16 Abril 2024 545
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¿Te gusta visitar los zoológicos, bosques o áreas naturales de nuestra ciudad? Entonces debes saber que para preservar su salud y continuar disfrutando de estos sitios es importante tener hábitos responsables y de cuidado cuando los visitemos.

 

Los bosques, zoológicos, Centros de Cultura Ambiental, Áreas Naturales Protegidas, Museo de Historia Natural, ubicado en Chapultepec, entre otros sitios naturales que se encuentran en nuestra ciudad, son sitios de encuentro y de intercambio sociocultural. En ellos, la ciudadanía se reúne para llevar a cabo diferentes actividades que van desde hacer deporte, realizar celebraciones, descansar, apreciar la belleza natural, hasta disfrutar de eventos culturales y educativos. 

 

En el contexto de la campaña Ciudad Sustentable, ¡adiós desechables!, el uso de estos espacios es clave para promover el espíritu de la prohibición: evitar el consumo y desecho de plásticos desechables y de todo aquello que no es imprescindible para nuestras vidas, optar por cambios de hábitos hacia un consumo responsable de recursos para preservar la salud ambiental de nuestra ciudad y de todo el mundo.

 

Por eso, los bosques, zoológicos, Centros de Cultura Ambiental, ANPs, entre otros sitios naturales regulados por SEDEMA, se encaminaron en convertirse espacios libres de plásticos desechables, al implementar estrategias como “filtros educativos” en las entradas de dichos lugares, campañas de educación y comunicación ambiental  para impedir el paso de los artículos plásticos que están prohibidos desde hace un año (dos años para el caso de las bolsas).

 

Además, se capacitó al personal interno y actores clave como scouts, organizaciones de la sociedad civil, comerciantes locales, ambulantes y grupos que se relacionan directamente con el espacio natural como vecinos y ciudadanía que voluntariamente se sumó a la difusión de la campaña, todos unidos con el fin de cuidar estos espacios naturales.

 

En el Bosque de San Juan de Aragón, por ejemplo, además de las actividades antes mencionadas, también se promovieron diferentes recursos digitales, como una encuesta, para conocer la percepción de sus visitantes en torno al uso de desechables, para conocer sus necesidades y ofrecer soluciones encaminadas a la eliminación de estos  plásticos  en este espacio natural.

 

Seamos responsables del cuidado y mejora de la salud ambiental de nuestra ciudad, pues de ella depende nuestra propia salud, así como la de la flora y fauna con quienes compartimos este ecosistema chilang@. Entre más sano sea nuestro ambiente, gozaremos de mayor salud, mejores y más bellos paisajes y espacios para compartir con nuestra familia y seres queridos. 


Caminemos todos juntos a la construcción de una Ciudad Sustentable, digamos ¡adiós a los desechables! para contribuir al cuidado de estos “Espacios libres de plásticos desechables”.

¿Qué onda con el calor en la ciudad?

08 Abril 2024 Salud y medio ambiente
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¿Has salido de tu casa estos últimos días a visitar el Zócalo o Bellas Artes? Caminar por la Alameda Central o realizar nuestro recorrido habitual en la Ciudad de México se ha convertido en una misión casi imposible debido a la ola de calor por la que atravesamos últimamente. Seguro te preguntarás, ¿qué es una ola de calor y qué tiene que ver con la temperatura de estos días? Quédate a leer la nota y te lo platicamos.

Una ola de calor es una condición atmosférica donde, durante varios días, la temperatura supera la máxima promedio de entre 25 y 26°C y normalmente está acompañada por una humedad excesiva; podríamos pensar que ésta ayudaría a disipar la sensación de calor, pero es todo lo contrario, ¡solo la aumenta!

¿Y ésto por qué sucede? Durante el verano, cuando la temperatura alcanza su nivel más alto o extremo en un determinado lugar del mundo, se genera una masa de aire caliente que se mueve fuera de la zona de origen y de un continente a otro por acción del viento. Cuando ésta se cruza con otra masa de temperatura diferente, se produce una ola de calor debido al intercambio continuo de aire caliente y frío, lo cual hace que durante días se mantengan temperaturas muy elevadas.

Este fenómeno no solo provoca que nos sintamos fatigados, sino que tiene muchas consecuencias negativas tanto para nuestra salud como para nuestro planeta. 

Empecemos hablando sobre los efectos directos que tiene sobre nosotros; puede que debido al calor tan agobiante suframos de insolación, desmayos, golpes de calor, deshidratación, enfermedades diarreicas agudas y enfermedades en la piel. 

Por eso, es importante evitar asolearse entre las 11am y 4pm, vestir ropa suelta de colores claros y manga larga, evitar las actividades físicas bajo el sol, tomar agua aunque no tengas sed, comer alimentos frescos, utilizar protector solar, lentes de sol, gorra o sombrero, evitar el consumo de bebidas alcohólicas y permanecer en la sombra o lugares frescos.

Si nos ponemos a reflexionar un poco, nosotros al menos podemos protegernos de esta onda de calor tomando las precauciones que te compartimos arriba, pero ¿qué pasa con nuestro planeta y otros seres vivos con los que compartimos la Tierra? ¿Será posible ponerle un filtro solar, un sombrero o mantenerlo fresco? Tristemente no. 

Hasta aquí sabemos por qué hace tanto calor en la Ciudad de México, reflexionemos: ¿Estas olas de calor siempre han ocurrido igual y con la frecuencia con la que se presentan ahora? La realidad es que no, ya que el calentamiento global y sus efectos actúan como un catalizador e intensificador de este tipo de fenómenos. 

Ahora, sumemos que durante años nos enfocamos en construir una ciudad gris donde se cambió la cobertura vegetal natural por asfalto. Es por esto que, en algunas alcaldías, podemos sentir “islas de calor urbanas” (presencia de aire más caliente en ciertas zonas de ciudad, a diferencia del que se encuentra en las zonas rurales que lo rodean) que son aún más intensas que la propia ola, excepto en aquellas alcaldías que cuentan con zonas verdes como Chapultepec en Miguel Hidalgo, el Parque Ecológico de Xochimilco o el Bosque de Tlalpan. Este tipo de parques y bosques, además de ser pulmones verdes de la Ciudad de México, son reguladores de la temperatura; por lo que si los visitas, inmediatamente notarás el cambio, te sentirás más cómodo y podrás olvidarte del calor sofocante.

Parece que el problema es gigantesco y que nosotros no podemos hacer algo significante al respecto, pero te tenemos buenas noticias…¡Claro que podemos ayudar a revertirlo!, y se empieza por pequeñas, pero importantes acciones que podemos realizar desde nuestro hogar:

 

  • Separemos los residuos y participemos en programas de reciclaje como el Mercado del Trueque. Al realizar esta sencilla acción, ayudas a que tus residuos sean reciclados con más facilidad, a evitar la demanda de materia prima y con ello disminuir la contaminación en la ciudad.
  • Dispongamos de nuestros aparatos eléctricos, electrónicos y pilas de manera responsable en programas como el Reciclatrón. Estos residuos necesitan de un manejo especial ya que son altamente contaminantes si se disponen de manera incorrecta, al entrar en contacto con el calor o el agua pueden liberar sustancias nocivas.
  • Podemos aprender a recolectar el agua pluvial con programas como Cosecha de Agua de lluvia y usarla para nuestras actividades en casa, con esto, disminuimos la demanda de agua y la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
  • Conéctate con la naturaleza, vista los humedales y canales de Xochimilco. Estos ecosistemas son reguladores de la temperatura. Entérate cómo puedes ayudar a protegerlos ¡Échale un vistazo al siguiente vídeo
  • Traigamos de vuelta la naturaleza a la ciudad. Cultivemos en nuestra casa o colonia un jardín para los polinizadores y empecemos un huerto urbano. Estos espacios reducen el impacto de las islas de calor. Consulta la guía para crear tu propio jardín polinizador y la guía de huertos urbanos.
  • Recordemos tomar precauciones al salir de casa:

      

  • Evita asolearte entre las 11am y 4pm
  • Viste ropa suelta de colores claros y manga larga
  • Evita las actividades físicas bajo el sol
  • Mantente hidratado (a)
  • Come alimentos frescos como frutas y verduras
  • Utiliza protector solar, lentes de sol, gorra o sombrero
  • Evita el consumo de bebidas alcohólicas



Cosecha de lluvia, una opción viable en la CDMX

19 Marzo 2024 Agua 8885
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En la Ciudad de México las personas viven diversas realidades con respecto al tema del agua. Hay familias que viven con desabasto de agua, otras que se inundan y algunas más, viven ambas condiciones en distintos momentos del año. Es por esto que la cosecha de lluvia se vuelve cada vez más viable para reducir estos problemas en la ciudad.

 

De principio, es importantísimo comprender que el ciclo del agua en la ciudad se ve modificado por diversas condiciones: la principal, la cobertura de asfalto de la mitad del territorio citadino y su red de drenaje, lo cuál impide que las lluvia se infiltre hacia los mantos acuíferos, pues el asfalto no lo permite y, más bien, forza al agua de lluvia a irse al drenaje, donde se mezcla con las aguas negras, perdiendo con ello la posibilidad de ser aprovechada.

 

Esto deriva en que el acuífero del Valle de México, el cuál abastece aproximadamente el 70
% de la demanda de este elemento natural en nuestra ciudad, se recargue en un tiempo mucho mayor al que se le extrae agua. Esto es sinónimo de  sobreexplotación del acuífero.

 

Por supuesto, resulta contradictorio que, en temporada de lluvias, esa agua que podría estar yendo hacia el acuífero, se vaya al drenaje y no solo eso, sino que emerja como problema a través tica de inundaciones, que traen consigo problemas viales: retrasos en los sistemas de transporte público como el Metro, Trolebús, Metrobús, entre otros, así como embotellamientos vehiculares 

 

No es poca el agua que cae en forma de lluvia sobre nuestra Ciudad de México. Según datos de la Comisión Nacional del Agua (2018) cada año caen sobre la ciudad aproximadamente un billón y medio de metros cúbicos de agua. Frente a esta gran cantidad de agua, contrasta el hecho de que más de un millón y medio de personas en la ciudad no reciben agua todos los días y más de 300 mil (INEGI, 2015), carecen de acceso a la red pública de agua entubada. 

 

Para temporadas de estiaje, es decir, el lapso en que no llueve en la ciudad, sumado a las cada vez más altas temperaturas que vivimos a causa del cambio climático, esta temporada es en la que hay más desabasto de agua potable. 

 

Existen otras razones que intervienen en el desabasto de agua en los hogares, como el mantenimiento de las redes hidráulicas, fugas de agua y desperdicio, además del estiaje y la sobreexplotación que antes mencionamos.

 

Para hacer frente a esta problemática, inició el Programa de Cosecha de Lluvia instalando Sistemas de Captación de Agua de Lluvia (SCALL) en las alcaldías con menor abasto de agua. La Cosecha de lluvia es un mecanismo en el que se conduce el agua que cae en azoteas o patios a un tinaco o cisterna para almacenarla, limpiarla y desinfectarla, para que pueda utilizarse cuando se necesite. Es una opción viable para viviendas, escuelas y centros de trabajo. 

 

Ésta ecotecnia permite a las familias tener una fuente alterna de agua durante 4 a 7 meses, lo que  ha representado ahorro económico al no tener que comprar pipas. Esto posiciona a la cosecha de lluvia como una alternativa sustentable para contar con agua potable.

 

Otro beneficio de cosechar la lluvia es la reducción en el flujo de agua que se va al drenaje, lo cual, disminuye el riesgo de inundaciones, contribuye a la no sobreexplotación del acuífero al quitar la presión al sistema de distribución y extracción de la ciudad. Además, disminuye las emisiones contaminantes en la atmósfera que se generan por el uso de la energía para el funcionamiento de pozos y la red de distribución.

 

Como podrás darte cuenta, las lluvias en la Ciudad de México permiten múltiples beneficios ambientales, entre los más evidentes son que: refresca y limpia la atmósfera; lava las calles; crece y reverdece la vegetación. Y también, bajo un enfoque de cosecha, la lluvia puede generar un nuevo beneficio: proveer de agua, directamente y en su domicilio, a más familias y establecimientos.

 

La cosecha de lluvia ayuda a: 

 

  • Enviar menos agua al drenaje, lo que se traduce en menos inundaciones.
  • Disminuir la cantidad de energía para bombear y transportar agua a las viviendas, lo que se traduce en menos emisiones de gases de efecto invernadero que incrementan el cambio climático.
  • Reducir la demanda de agua y la dependencia de la red pública de abasto, lo que reduce la sobreexplotación del acuífero. 
  • Proporcionar una fuente de agua alternativa durante 4-7 meses del año, lo que mejora la calidad de vida de las personas que la reciben.

 

Esta experiencia ha demostrado una vez más, que la práctica de la cosecha de agua de lluvia es una alternativa viable y deseable en la Ciudad de México. 

 

Recuerda que el Gobierno de la ciudad ofrece subsidios únicamente en las alcaldías y colonias con problemas históricamente graves de abasto de agua. Por lo que, si vives en las alcaldías Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac, Tlalpan, Xochimilco y Venustiano Carranza y te interesa cosechar agua de lluvia, te sugerimos que consultes las reglas de operación del programa y te registren en el sitio web www.cosechalluvia.sedema.cdmx.gob.mx, para acceder a este beneficio.

 

Pero no te desanimes, si no vives en alguna de estas colonias, también tienes la alternativa de cosechar la lluvia por tu cuenta, aquí te dejamos el Manual Cosechar la Lluvia y el directorio empresas y personas capacitadas en la instalación de sistemas de cosecha de lluvia, para que te pongas en contacto y adquieras sus servicios.

 

Aprovechamos para dejarte esta información que puede ser de utilidad para los siguientes casos. Porque cuidar el agua es responsabilidad de todas y todos.

 

Conoce el abasto de agua en tu colonia: https://aguaentucolonia.sacmex.cdmx.gob.mx/

Reporte de fugas: https://m.me/SistemaDeAguasCDMX

Reporte de calidad del agua: http://m.me/SistemaDeAguasCDMX

 

Ozono, ¿héroe o villano?

11 Marzo 2024 Calidad del aire 516
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¿En qué piensas cuando escuchas la palabra “ozono”? Seguro te viene a la cabeza la capa que nos protege de la dañina radiación ultravioleta sin la cual ni el mejor bloqueador nos salvaría del ardor de piel e incluso de enfermedades graves como el cáncer de piel. 

 

Déjame decirte que el ozono es más que eso y que, dependiendo del lugar en el que se encuentre, puede ser un héroe o un villano.

 

Ser el bueno o el malo del cuento, depende del lugar dónde se forme y se encuentre. Resulta que el ozono puede formarse en dos lugares: uno es la estratosfera, una capa superior de la atmósfera que se encuentra a más de 20 km por encima de nuestras cabezas y cuando ahí se produce, ahí se queda. Es gracias al papel que juega el ozono en esta capa que podemos considerarlo un héroe. 

 

Por otro lado, el llamado ozono troposférico se encuentra a la altura de la atmósfera en la que nos movemos, así que lo podemos respirar y tiene efectos negativos  en nuestra salud. Este es el villano. 

 

Pero ¿sabías que somos nosotros los que propiciamos la generación de este ozono troposférico? Al usar solventes, pinturas, aromatizantes en casa, al transportarnos en auto y quemar gasolina o, incluso, si la gasolina o el gas sin quemar, salgan al ambiente se liberan dos contaminantes: compuestos orgánicos volátiles (COV) y óxidos de nitrógeno (NOx). Cada uno por separado es dañino, pero al entrar en contacto los COV y NOx en presencia de la radiación solar, se produce una reacción química de la que resulta el ozono que respiramos.

 

Al entrar en nuestro sistema, el ozono puede ocasionar irritación de nariz, ojos y garganta; generar tos y dificultad para respirar; dolor de cabeza, aumento en la susceptibilidad a infecciones respiratorias y complicaciones en padecimientos como asma, enfisema y bronquitis crónica. Esto puede complicar las condiciones de salud de las personas ante la pandemia que se vive en la actualidad, ya que el COVID-19 ataca directamente al tracto respiratorio.

 

Como te imaginarás, por todos los productos que usamos y por la forma en que nos transportamos, en la Ciudad de México siempre hay ozono en el aire que respiramos. Sin embargo su concentración varía a lo largo del año, aunque hay una temporada en la que los niveles de ozono en el aire de la ciudad son elevados: la temporada de ozono. ¿Lo sabías? 

 

Ocurre cada año, entre el 15 de febrero y el 15 de junio. En estos días transcurren hace mucho calor, hay poco viento, lo cuál permite que todas aquellas actividades en las que se liberen los COVs y NOx, sean suficientes para que se incremente la formación de ozono bajo las condiciones de temperatura y radiación que caracterizan a este periodo del año, incluso cuando el flujo de los autos sea bajo.

 

El ozono es uno de los contaminantes que más se toma en cuenta para la activación de las Contingencias Ambientales. Todos los días se llevan a cabo monitoreos de su concentración y de otras partículas microscópicas (PM) en la Zona Metropolitana del Valle de México, y así es como se determina la calidad del aire de nuestra urbe, que puedes consultar en AireCDMX.

 

Como puedes darte cuenta, la calidad del aire depende de nuestras acciones. Por eso en esta temporada de ozono disminuye el uso del auto, utiliza bicicleta o camina cuando te traslades a distancias cortas; evita el uso de aerosoles, solventes y pinturas; recuerda realizar revisiones periódicas de la instalación de gas de tu hogar para prevenir fugas. ¿Qué dices, te animas a luchar contra el ozono villano?  Porque todas y todos respiramos el mismo aire, ¿tú a qué te comprometes?


Más información: http://www.aire.cdmx.gob.mx/default.php?ref=Y2I

 

Amar no duele

19 Febrero 2024 Salud y medio ambiente 632
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Son las 8 de la noche y Laura le pone el listón a su regalo. Marco corre a la papelería para comprar un peluche y los materiales faltantes para el presente de Tere. Sonia guarda en su mochila las bolsitas de dulces que hizo para sus amigas. Al mismo tiempo, el señor Raúl alista su puesto de dulces porque mañana será una venta importante. ¿Ya sabes qué fecha es? Así es, ¡San Valentín!

 

Llegó el día donde el amor está en el aire.  De pronto podemos escuchar el canto de los pájaros tan suave, armonioso; el viento huele a algodón de azúcar, bombones o chocolates. Si miras a tu alrededor, verás que las tonalidades rosáceas y rojizas inundan nuestra ciudad; las flores dejaron de estar en los huertos o jardines para formar parte de hermosos ramos de todos tamaños; podrás ver en cada esquina vendedores de grandes esferas flotantes impregnadas con letras amorosas.

 

A lo largo del 14 de febrero las reservaciones para restaurantes se agotan, las florerías no se dan abasto, a cada paso que uno da encuentra parejas y grupos de amigos que salen para celebrar este día. Pareciera que ir en coche no ha sido una buena idea por las filas larguísimas o los claxons que resuenan con la esperanza de llegar más rápido a su destino. Al caer la noche comienzan los recuentos de las anécdotas que sucedieron en este día: risas, besos, lágrimas…¡amor y amistad!

 

Pero hay algo que no hemos pensado ni un instante a lo largo del texto, ¿qué estragos encontraremos al día siguiente? Las bolsas que ayer contenían obsequios y ahora yacen en el suelo están encaminadas a tapar coladeras. Los globos que se vendían como pan caliente, están en basureros o han partido al cielo, incluso hacia lagos y ríos para esperar 450 años a degradarse. La brillantina de algunas cartas ahora es parte del aire que respiramos. Las flores que ayer resplandecían, hoy comienzan a marchitarse. La envoltura del obsequio que le entregó Marco a Tere pertenece a las 13,149 toneladas de residuos sólidos que se generan a diario en la Ciudad de México, pero aún falta sumar la de todas y todos los que recibieron o entregaron obsequios.

 

Por ello, la política en materia de residuos del Gobierno de nuestra ciudad está encaminada hacia la prevención y minimización de los mismos, ¿con qué objetivo? Fomentar en la ciudadanía un enfoque de economía circular para que extendamos la vida de algunos materiales y permitamos que la tierra descanse, respire y se regenere. Una acción de amor de nosotros para con ella, así como cuando te sentías mal y tu mamá te procuraba con consomés, tés, mantas calientes, reposo y, ¡mucho amor!

 

Es hora de ponernos manos a la obra y comenzar a cambiar nuestro hábitos, sobre todo en fechas de festejos masivos como lo es el 14 de febrero, ¿cómo? ¡Muy fácil! Sigue los siguientes consejos para celebrar un amor sustentable:

 

  • Si quieres envolver el regalo para guardar cierto suspenso, te recomendamos reutilizar papel o que tu envoltura sea también una carta, ¡garantizado que la conservan!

  • ¡Regala vida! No cortes flores, mejor obsequia plantas o flores en maceta, incluso semillas, así el amor crecerá y dará frutos. 

  • Las veladas en casa también son una opción, evitas tráfico y tienes tu “reservación” segura, sin costo extra. Echa a volar tu creatividad.

  • Si quieres preparar la cena, procura que sean productos de tu región. Recuerda, economía circular.

  • “La intención es lo que cuenta”, así que si haces las cosas con amor y piensas en las consecuencias ambientales que podrían tener, ¡estás entendiendo todo!

 

Porque si queremos o amamos a alguien, le damos lo mejor Agradezcamos a la naturaleza por el amor que nos ha brindado y devolvamos el gesto. Nos ha cuidado toda la vida, es momento de cuidarla nosotros.

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