Conoce a ...

El Axolotl, una criatura fantástica

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Bosques, cuevas, barrancas y hasta nuestros propias casas son hogar de distintos seres vivos. En ‘Conoce a’ exploraremos la forma de vida de estos organismos con los que compartimos banquetas, árboles, lagos y distintos sitios en la Ciudad de México. Conoceremos sus hábitos, interacciones y la manera en que podemos ayudar en su cuidado.

 

 

 

 El Axolotl, una criatura fantástica

 

  • No son reptiles, ni mucho menos larvas de rana, los ajolotes, un género de coloridos anfibios con capacidades que te sorprenderán. 
  • La palabra ajolote proviene del náhuatl “axolotl”, que significa “monstruo de agua”.
  • En nuestra ciudad, en las aguas de Xochimilco se encuentra una especie muy popular, el “Ambystoma mexicanum”.
  • Hoy en día los ajolotes se encuentran severamente amenazados, especialmente por la fragmentación, disminución y contaminación de sus hábitats, ocasionada por el ser humano y la expansión de sus ciudades.

 

Quizás si eres una persona joven, es probable que nunca hayas visto a un ajolote en su hábitat natural, pero si les preguntas a tus padres o abuelos, tal vez ellos podrían contarte cómo en temporadas de lluvias se llegaban a observar estos animalitos cerca de los cuerpos de agua de la ciudad. 

Junto a ranas y renacuajos, los ajolotes son un grupo de anfibios que habitan normalmente en lagos, arroyos o canales de agua desde el norte de América, hasta el sistema de montañas en México1, estos suelen ser confundidos con lagartijas, salamandras, tritones y hasta larvas de las ranas por su parecido anatómico en común, pero a diferencia de todos estos, solo los ajolotes poseen la capacidad de regenerar completamente sus extremidades al sufrir un ataque o escapar de un depredador, una cualidad que los hace únicos e interesantes para la comunidad científica cuando se trata del estudio del envejecimiento, el desarrollo de terapias contra el cáncer y la regeneración de tejidos.

La palabra ajolote proviene del náhuatl “axolotl” en donde a/ atl se refieren a agua y xolotl a monstruo, es decir  “monstruo de agua”. En el México prehispánico existió una historia asociada a este anfibio, la cual dice que cuando los dioses se reunieron para poner en movimiento el Quinto Sol, Xólotl quien era el dios del ocaso, protector del fuego y uno de los señores del inframundo, se negó a ser sacrificado, por ello Ehécatl, dios del viento y encargado del movimiento de los cuerpos celestes, lo persiguió para hacerlo cumplir con su destino, Xólotl utilizó todas sus habilidades para escapar de la persecución de Ehécatl, convirtiéndose en una planta de maíz, luego en un maguey y finalmente sumergiéndose en las aguas para tomar la forma de un ajolote. Su popularidad e historia hacen de los ajolotes criaturas fantásticas y llenas de cultura, ¿no lo crees?

Su género se conoce como “Ambystoma” y está conformado por 33 especies diferentes, de las cuales solo 16 se encuentran en nuestro país, es decir, cerca del 50% de todas las especies que existen en el mundo las tenemos aquí en México; aunque 15 de ellas se encuentran en alguna categoría de riesgo dentro de la NOM-059-Semarnat-2010, de ahí surge la gran importancia de la conservación de este género de anfibios en el país.

En nuestra ciudad se encuentra una especie muy popular, el “Ambystoma mexicanum” vulgarmente conocido como el ajolote de Xochimilco, este aún habita en algunos canales de agua (humedales) en la alcaldía Xochimilco y es nativo del Valle de México. También tenemos de vecino al ajolote de montaña “A. altamirani”, que podemos encontrar en zonas del bosque de la alcaldía Magdalena Contreras, el camino al desierto de los leones y en la laguna de Zempoala en Morelos. Otro ajolote muy reconocido es el ajolote del altiplano “A. velasci”, quien tiene la mayor distribución geográfica en el país, habitando desde el estado de Puebla hasta el norte de Chihuahua. 

Hablando específicamente de la presencia de los ajolotes en la Ciudad de México, hace algunos años atrás eran abundantes y muy diversos, comúnmente podrían encontrarse en lo que eran las ahora extintas regiones lacustres, como el lago de  Zumpango, el Canal de Chalco, Xaltocan y Texcoco2; sin embargo, sus poblaciones naturales han ido disminuyendo a un ritmo alarmante en los últimos años, generando una gran preocupación e incertidumbre sobre el futuro de estas especies. Hoy en día únicamente se han reportado escasos avistamientos en algunos canales de la alcaldía Xochimilco, en zonas altas de la Magdalena Contreras y en el lago Mayor de Chapultepec. 

Identificar a un ajolote es sencillo, para ello observa si poseen las siguientes características:

  1. Su cuerpo es parecido al de una lagartija, con piel lisa, a diferencia de la lagartija, la piel del ajolote es húmeda;
  2. poseen patas con cuatro dedos en los miembros delanteros y cinco en los de atrás sin la presencia de uñas; 
  3. el color de su piel va desde las tonalidades cafés, con tonos grises con negro, verdosos, moteados con tonos amarillos o anaranjados, rosados o completamente blancos (albinos); 
  4. su cuerpo es robusto y presentan una cabeza ancha; 
  5. la cola es algo aplanada lateralmente y su longitud va de los 25 a los 35 centímetros de largo, 
  6. poseen branquias externas bastante visibles y también pulmones, lo que les permite vivir en ambos ambientes, es decir el medio terrestre y el acuático, aunque debemos aclarar que ellos prefieren mayoritariamente vivir en el agua3.

 

Lamentablemente, no todo es miel sobre hojuelas ya que uno de los principales factores de su constante desaparición son las actividades humanas las cuales han provocado su desplazamiento y desaparición por:

 

  • Pérdida y fragmentación de su hábitat natural.
  • Contaminación de los cuerpos de agua con aguas grises, negras, agroquímicos y desechos industriales textiles.
  • Introducción de especies depredadoras del ajolote en su hábitat (carpa asiática y tilapia africana4). 
  • El cambio climático y la aparición de enfermedades emergentes para la especie. 
  • El excesivo urbanismo y la exigencia del recurso hídrico para alimentar a los habitantes de la ciudad.

 

Este año el Banco de México (Banxico), en conmemoración de los 500 años de la fundación de México Tenochtitlan, lanzó una nueva familia de billetes conmemorando los ecosistemas de ríos y lagos, en donde podemos encontrar al ajolote que vive en Xochimilco en el billete de $50, inspirado en, ni más ni menos que “La gorda”, un ejemplar solicitado al Museo Nacional del Ajolote, ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón. ¿Ya tienes tu billete? si no, te invitamos a conocerlo en el siguiente video.5

Aún se pueden encontrar ajolotes en la ciudad, en sus espacios naturales, aunque recónditos y contados.  En ese sentido, la SEDEMA en conjunto con los Parques Nacionales como El Desierto de los leones6, el Bosque de Chapultepec, los zoológicos de la ciudad7, como el de los Coyotes, y la Dirección General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental (DGSANPAVA), se encuentran trabajando  para generar programas de reintroducción de la especie en sus áreas de distribución, además de atender el saneamiento de los lugares contaminados que antiguamente eran su hogar.

¡Resguardar a los ajolotes es una tarea comunitaria!, Participa y apoya desde tu hogar, evitando contaminar los cuerpos de agua en donde vives y  separa tus residuos para evitar que estos lleguen a contaminar nuestros ríos, lagos y mares.

No permitamos que el patrimonio biocultural representativo de nuestro país desaparezca por nuestros estilos de vida, aún podemos hacer esfuerzos para ayudar en la recuperación del hábitat de este organismo y el de otras especies de nuestra bella ciudad. Juntos podemos hacer un cambio para mejorar las condiciones de sus hábitats y aumentar el número de sus poblaciones.

 

 

1- Shaffer, H. B. Natural history, ecology, and evolution of the Mexican “Axolotls”. Axolotl Newsletter,18, 5-12, (1989). 

2- Axolotl, letra por letra, José Luis Aguilar-López, Jennifer López-Sánchez y Constantino Villar-Salazar, El color de la ciencia, Abril - Junio, (2013). 

3-  Ortega Cambranis, Aída J. (1999): “El ajolote”. En: Elementos. Ciencia y Cultura, 36, pp. 55-57.

4- El mítico monstruo del lago: la conservación del ajolote de Xochimilco, Rogelio Aguilar Moreno y Rogelio Aguilar Aguilar, Revista Digital Universitaria Vol. 20, Núm. 1, Enero - Febrero (2019).

5- https://elpais.com/mexico/2021-10-28/el-nuevo-billete-de-50-pesos-celebra-la-fundacion-de-mexico-tenochtitlan.html.

6- https://www.sedema.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/contribuye-sedema-la-conservacion-del-ajolote-de-arroyo-de-montana-en-parque-nacional-desierto-de-los-leones.

7- https://www.sedema.cdmx.gob.mx/comunicacion/nota/conviven-mas-de-200-ajolotes-en-zoologicos-de-la-ciudad

 



 

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