Conoce a ...

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El Alba de los canales de Xochimilco

 

Imagina que un día, mientras observas el cielo, un pedazo de nube comienza a surcar por todo el firmamento azul y, de pronto, puedes observar a la distancia cómo esa nube esponjosa aterriza en alguno de los canales de Xochimilco.

 

La profunda blancura de su cuerpo pudo habernos engañado porque, en realidad, no es una nube, sino una Ardea alba, ¿una qué? ¡Una ardea alba! O bueno, tal vez la conozcas mejor como una garza blanca.

 

Esta bella especie mide entre 80 y 105 cm y pesa de 700 a 1,500 g., tiene un bello plumaje blanco y esponjoso, es esbelta y alargada, de cuello largo, cabeza pequeña, con patas negras cual chapopote y un pico amarillo con la longitud de una zanahoria. Un dato curioso que te queremos compartir es que durante la época de cría sus patas se aclaran y su pico se oscurece. Impresionante, ¿no?

 

Esta ave es parcialmente migratoria, quiere decir que las poblaciones que habitan en el hemisferio norte van al sur durante el invierno, y aquellas de zonas templadas son sedentarias, es por ello que es una de las garzas con una gran distribución en el mundo. Al ser un ave acuática, en nuestro país puedes encontrarlas en humedales de las regiones templadas y tropicales, si hablamos de la Ciudad de México es fácil observarlas en los canales de Xochimilco y Tláhuac.

 

¿Qué es lo que come? Principalmente ranas, peces, lombrices, mamíferos pequeños, caracoles, gusanos, cangrejos y, en ocasiones, gusta de alimentarse de pequeños reptiles y algunas aves, los cuales le son fácil de digerir por lo afilado y largo que tiene su pico. Una cazadora nata.

 

¿Quieres saber algo interesante? Cuando el macho está listo para conformar su familia, se encarga de buscar una zona segura entre los árboles cercanos a lagos o humedales; una vez que encuentra dicho sitio, comienza la construcción de su nidito de amor al entrelazar ramitas, carrizos y plantas. Una vez que tiene la obra avanzada, llama a su pareja hembra para que juntos conformen su pequeña familia, pues ponen de 3 a 5 huevos verdiazules. Ambos miembros se encargan del proceso de incubación y cuando nacen los bebés, los alimentan al regurgitarles parte de sus presas.

 

Ahora que la conoces un poquito más es necesario que sepas también el potencial peligro que corre esta bella especie. Tan sólo en 2019, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza la clasificó en su categoría de preocupación menor, esto es porque algunos de los factores que la ponen en riesgo es la reducción de su hábitat por el crecimiento urbano de los últimos años, la cual afecta directamente en la degradación de humedales, en el incremento de la salinidad de mantos acuíferos por su sobreexplotación y la introducción de plantas exóticas. 

 

¿Y cómo podemos ayudar? Es algo que seguro te preguntarás en este momento, compartiendo esto que sabes con otras personas, para empezar; luego podrás intervenir en el cuidado de humedales, lagos y canales: no los contamines con desperdicios orgánicos o con otro tipo de residuos, no viertas ningún tipo de líquido en los cuerpos de agua, ni tires pilas o electrónicos en estos sitios, mejor llévalos al Reciclatrón.

 

Acércate al Parque Ecológico de Xochimilco (PEX), pues ahí podrás verlas de forma segura y responsable cuando aterrizan en los canales. Acude y lleva a tus conocidos a las jornadas de limpieza que luego convocan la Dirección General de la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (DGCORENADR) y las alcaldías para que junt@s podamos limpiar y preservar estos espacios. Ten por seguro que si la ardea alba pudiera hablar, agradecería los esfuerzos que hagamos por cuidar de ellas al conservar su hábitat. Tod@s merecemos un hogar al que podamos llamar nuestro nido de amor. 

 

 

1  Garza blanca, Naturalista, consulta en línea: https://www.naturalista.mx/taxa/144455-Ardea-alba

 

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